Al margen de Chita, Copito de Nieve, el Bibliotecario de la Universidad Invisible, y otros simios que se han hecho famosos en la edad moderna, posiblemente los monos más famosos del mundo son los tres que se cubren respectivamente las orejas, la boca y los ojos. Se dice que estos tres monos representan los preceptos del Santai, un código moral Chino que aconseja «No ver el Mal, no escuchar el Mal y no decir el Mal». En los tiempos de indignación y censura que corren, no faltan quienes sugieren adaptar los gestos de los monos a «Cerrar ojos y oidos a la injusticia, y no quejarse de la misma». Sin embargo, se considera la enseñanza que nos dejan estos monos como un consejo concreto, aunque en realidad es solo una parte de una serie de sugerencias para todo el transcurso de la vida, que se encuentran representadas en unos grabados del Santuario de Tōshō-gū, en Nikkō, Japón

Los tres monos sabios, como habitualmente se les denomina, son el segundo de una serie de ocho grabados colocados en la fachada exterior de los establos de este santuario. Todos ellos están protagonizados por una familia de primates en distintos estadios del transcurso de la vida, siendo el de los tres monos el correspondiente a la adolescencia. Pero empecemos por el principio.

Madre y bebé mono

Mamá mono otea el horizonte imaginando el futuro de su hijo, mientras que el pequeño mira a su madre como referencia

El primer panel corresponde a la infancia, y en él vemos un mono adulto con una cría. El pequeño aún depende de un adulto, y se le representa mirando a éste, tomándolo como referencia para lo que pueda llegar a ser. Por otra parte, el padre o la madre mono aparece agarrando al pequeño, que aún no puede ir solo, mientras mira al horizonte escrutando el futuro de su hijo.

 

Los tres monos sabios

Los tres monos nos dicen que los niños deberían «No ver el Mal, no escuchar el Mal y no decir el Mal»

El segundo de los paneles se corresponde con la adolescencia o la niñez, donde el pequeño mono empieza a explorar por su cuenta o en compañía de otros como él, exponiéndose a los peligros del mundo. Por esto, se representa a los monos cubriéndose ojos, nariz y boca, protegiéndose de ver y oir el mal (la curiosidad mató al gato, pero el mono lo sabe y está sobre aviso), e impidiendo a su vez decir maldades.

 

El mono se hace independiente

El joven mono aparece solo, convirtiéndose en único responsable de su vida

En el tercero de los paneles el mono ya aparece no sólo sin la tutela de sus padres, sino que se encuentra totalmente solo. Este tercer paso se corresponde con su emancipación. La cría da el paso a la vida adulta, y se le representa sin compañía simbolizando que se está convirtiendo en el único responsable de su vida a partir de este punto.

 

Proyectos de futuro

El joven mono mira hacia arriba, fijandose sus metas en el crecimiento

El cuarto de los paneles representa a nuestro protagonista mirando hacia arriba, en compañía de un segundo mono. Se interpreta esta escena como el momento en que el mono, en compañía de un socio, fija las miras de su vida en el crecimiento de un proyecto. La mirada hacia lo alto se considera símbolo de la ambición y las ganas de comerse el mundo habituales en los jóvenes.

 

Fracaso y consuelo

El mono se lamenta tras fracasar en su propósito, mientras que un amigo o familiar le consuela

Los planes no siempre salen bien, y de eso trata este quinto panel. Si bien en el anterior veíamos a un mono emprendedor y con su vista fija en lo alto, ahora lo encontramos abatido y mirando hacia abajo. Sin embargo, el grabado nos recuerda que incluso en los tiempos peores siempre tendremos junto a nosotros a alguien para darnos consuelo, y espacio para reemprender nuestra vida en nuevo proyecto. Aunque quizá no mirando a lo alto, sino al frente.

Existen tres grabados más, a los que lamentablemente no se podía acceder para hacerles la foto. En el sexto aparece el mono colgado boca abajo junto a una mona, representando de manera inequívoca el enamoramiento. En el séptimo ámbos, ya como pareja, se enfrentan a una enorme ola demostrando que en pareja la vida tiene sus vaivenes, pero permite afrontar metas enormes. Por último, en el octavo grabado la mona aparece preñada, cerrando el ciclo de la vida de nuestros didácticos simios.

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Fuentes:

http://sebastiancuenca.com/3monos.html http://es.wikipedia.org/wiki/Los_tres_monos_sabios

http://es.wikipedia.org/wiki/Los_tres_monos_sabios

http://www.nikko-jp.org/english/toshogu/sanzaru.html