Kilómetro Cero
Hoy arranco este viaje, y todos los viajes empiezan en el punto kilométrico cero, así que…
Una de las cosas que aprendí en clase de física era que para resolver un problema lo primero que había que hacer era establecer el origen de coordenadas. Y establecer un origen incorrecto podía complicarte muchísimo la vida.
Esta enseñanza no es sólo aplicable a la física, sino también al urbanismo. Cuando las ciudades empezaron a alcanzar un volumen en el que era imposible ubicar sus viviendas sin algún tipo de referencia, no quedaba más remedio que numerar cada una de las puertas de una calle. Ésto abrió dos preguntas ¿Dónde ponemos el uno? y ¿Dónde ponemos el dos?, pero esa no es la historia que queremos contar y ya fue contada en otra ocasión.
De igual manera que a escala municipal había que decidir dónde colocar el origen, cuando hablamos de rutas intermunicipales también hay que decidir el sentido creciente del kilometraje. Aunque en este caso, dado el caracter radial de nuestras carreteras resulta mucho más fácil, (en Carreteros.org [¡OJO! ¡Comic Sans!] lo explican la mar de bien) todo empezará en Madrid, en el Kilómetro 0.
La primera placa con el kilómetro 0 de España se colocó en la Puerta del Sol de Madrid en 1856, no porque sea el centro geográfico de España como erróneamente se cree, y ni siquiera porque lo sea de Madrid. Se colocó donde está porque se encuentra en la puerta de la Real Casa de Correos, y no hay nadie más interesado en la numeración de las direcciones que el sector postal ¿no?. A principios del siglo XX, Correos se trasladó al espectacular Palacio de Comunicaciones, en la calle de Alcalá, pero el kilómetro 0 continuó en la Puerta del Sol, y en 1950 se colocó la placa que lo ha indicado hasta el pasado año.
Como veis en la imagen, tomada el 21 de Julio de 2009, los efectos de 60 años de gente que quería tomarse una foto en el centro de España y confundía “posar” con “pisar” ya habían cruzado la línea entre lo evidente y lo vergonzoso. De manera que aprovechando la enésima remodelación de la plaza, se encargó a la firma Granilouro una reproducción exacta de la vieja placa, solo que más duradera. La tarea acabó en la mesa de Paco Candán, y solo la tarea, porque ni planos ni nada… el pobre se tuvo que buscar las maneras y lo consiguió sólo hasta el penúltimo detalle. En cualquier caso, hoy todas las carreteras radiales de España toman como referencia esta nueva placa, que simbólicamente, también sirve de origen de este nuevo blog.
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